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Más de 100 estudiantes participaron de talleres en la naturaleza para promover una buena salud mental

Iniciativa del Núcleo Milenio Imhay desarrollada en el Museo Interactivo Mirador (MIM), apuntó a visibilizar que el contacto y conexión con la naturaleza es capaz de fomentar un mayor bienestar en adolescentes y jóvenes, tal como lo ha demostrado la evidencia científica nacional e internacional.

Estudiantes de séptimo a cuarto medio de diferentes colegios de la Región Metropolitana participaron del taller organizado por el Núcleo Milenio Imhay y llevado a cabo en el Museo Interactivo Mirador (MIM).

Con la participación de más de un centenar de alumnos de diversas comunas de la Región Metropolitana, se llevó a cabo el Taller “Naturaleza Urbana y Bienestar: Conecta tus Sentidos” en el Museo Interactivo Mirador (MIM). La iniciativa del Núcleo Milenio Imhay en alianza con el Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile, buscó visibilizar que el contacto y conexión con la naturaleza pueden ser un espacio accesible y capaz de promover un mayor bienestar en la juventud.

“La relación de la naturaleza con la salud mental es un área de investigación que se ha desarrollado en los últimos años y, en este sentido, Imhay ha iniciado una línea de trabajo evaluando el impacto y los efectos del contacto con la naturaleza en el bienestar de adolescentes y jóvenes. Esta actividad de proyección con medio externo, busca seguir esa línea de trabajo, entendiendo y compartiendo la experiencia subjetiva de jóvenes en contacto con la naturaleza”, destaca el Dr. Álvaro Langer Herrera, director alterno de Imhay y académico de la Universidad San Sebastián.

Según ha establecido la evidencia científica a nivel internacional y también la que está generando el Núcleo Milenio Imhay, existe una estrecha relación entre el contacto con la naturaleza y un mayor bienestar, siendo, algunos de los efectos positivos de la naturaleza en la salud mental de las personas: la reducción de los niveles de ansiedad y depresión; reducción de las hormonas del estrés; mejoramiento el estado de ánimo, el humor y la autoestima; ayudando además en la conciliación del sueño, entre otros beneficios.

El taller buscó generar un espacio para que los jóvenes reconocieran y experimentaran la naturaleza urbana a través del uso de los sentidos.

 “Considerando que gran parte de la población actualmente vive en ciudades, es importante desarrollar actividades que permitan identificar y valorar la naturaleza presente en el entorno próximo sin necesariamente tener que salir de la ciudad para sentirse mejor”, indica el Dr. Langer.

De esta manera, el taller, donde participaron estudiantes del Instituto Nacional de Santiago, Colegio Alberto Blest Gana de San Ramón, Colegio María Elena de La Florida y Colegio Marista Marcelino Champagnat de La Pintana, buscó generar un espacio para que los jóvenes reconocieran y experimentaran la naturaleza urbana a través del uso de los sentidos, con el objetivo de promover la reflexión y el vínculo con la biodiversidad urbana como un elemento clave para el bienestar individual, colectivo y ecosistémico.

“Justamente, la dificultad o el desafío es esta conexión. Yo puedo estar en un espacio natural pero desatento y eso no necesariamente va a implicar que yo pueda tener esos beneficios. Por esto, la intención es que tengan estas actividades experienciales que quedan en el cuerpo como vivencia y que ellos puedan después comentar ‘tuve una experiencia donde fui a un lugar de naturaleza y me conecté con elementos importantes para mí, como una hoja de un árbol especifico, una piedra en particular y algo de estar realmente ahí me hizo sentir bien. Esto es muy importante a nivel de promoción de la salud y del bienestar para que los jóvenes sientan que es algo que está al alcance de sus manos”, puntualiza el director alterno de Imhay.

Positivas valoraciones y guía práctica

El taller «Naturaleza urbana y bienestar: Conecta tus sentidos» fue liderado por el Dr. Álvaro Langer, director alterno de Imhay y académico de la U. San Sebastián, y se realizó en conjunto con profesionales del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile.

En sectores urbanos existen oportunidades para favorecer la conexión con la naturaleza. El aprender a identificar, valorar y conectarse con la biodiversidad del entorno próximo, ya sea en la propia casa, plazas, parques, colegios, entre otros, se transforma en una manera fácil y accesible para favorecer un mayor bienestar.

“El taller ha sido gratificante, enriquecedor y desafiante. El bosque que existe en el MIM nos regaló espacios de mucha conexión, mostrando que en el día a día los jóvenes se pueden conectar de otra forma para ayudarse a sí mismos. Entonces, ahora ellos se llevan esto como ejercicio de que caminar a veces un poco más lento en la ciudad nos permite estar en el presente y conectar también con esta biodiversidad urbana que nos va nutriendo y puede ser un aporte para contenernos. Eso es lo más relevante y a partir de ahí pueden también ver a esta ciudad como un elemento que puede ser parte de su bienestar”, señala Constanza Cabello, profesional del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad de FAVET-UCH.

Respecto de la valoración que las y los estudiantes de 7° a 2° medio realizaron a esta iniciativa, desarrollada por Imhay gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a través de su programa de Proyección al Medio Externo, algunos comentarios realizados por los jóvenes participantes fueron “me sentí más tranquila, pude oler cosas que no huelo día a día”, “podría seguir haciendo esto en el día a día, en un  parque, cerca del colegio”, “pude bajar mis niveles de estrés gracias a la naturaleza”, “me pude concentrar en lo que hay alrededor mío y eso me ayudó a relajarme”.

Esta apreciación también fue manifestada por las y los docentes que acompañaron en la actividad a los jóvenes. “Lo que más valoré de la actividad es que los estudiantes tuvieran un espacio de conexión con la naturaleza y crearan habilidades para desarrollar la atención que es tan importante hoy en día, un espacio en el que se autoconocieran y se vincularan con los otros. En los colegios, por ser tantos alumnos y seguir día a día las clases, no se generan estos espacios”, destacó Angélica Romero, docente de ciencias del Colegio Alberto Blest Gana.

Cabe destacar que próximamente el Núcleo Milenio Imhay publicará gratuitamente una guía práctica sobre naturaleza urbana y bienestar, la que entregará información e incorporará actividades que puedan desarrollarse en el entorno próximo de las personas, como en sus propias casas, colegios, parques, plazas y otros espacios urbanos que pueden contribuir a una mejor salud mental. El documento entregará claves que permitan identificar aquellos elementos de la naturaleza urbana que muchas veces pasan desapercibidos, e incluirá instructivos simples para la realización actividades lúdicas y reflexivas.

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Relevancia de la Postvención en el Mes para la Prevención del Suicidio

A propósito de una nueva conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el investigador joven del Núcleo Milenio Imhay y académico de la Universidad San Sebastián, Dr. Álvaro Jiménez, escribió una carta al director publicada en diario Estrategia.

Sr.  Director,

Dr. Álvaro Jiménez, investigador joven del Núcleo Milenio Imhay y académico de la Universidad San Sebastián.

Se estima que una de cada cinco personas experimentará la pérdida de un ser querido o conocido por suicidio a lo largo de su vida. Cada suicidio puede impactar de manera significativa a entre seis y diez personas del entorno.

El término «sobrevivientes» de muertes por suicidio se refiere a aquellos que han perdido a un conocido o ser querido en estas circunstancias. Este tipo de pérdida supone un riesgo considerable para el desarrollo de problemas de salud mental y conductas suicidas. Aunque los sobrevivientes reconocen la necesidad de apoyo, muchos enfrentan barreras para acceder a la atención adecuada, debido a la estigmatización que dificulta la búsqueda de ayuda.

El impacto del suicidio en personas, familias y comunidades resalta la importancia de implementar estrategias de “postvención”. Este conjunto de acciones busca brindar apoyo emocional a las personas y comunidades expuestas a una muerte por suicidio, facilitando el proceso de duelo y la recuperación tras la crisis. Además, se enfoca en reducir el riesgo de futuros comportamientos suicidas, identificando casos de mayor vulnerabilidad y eliminando obstáculos para acceder al apoyo necesario.

En el Mes de la Prevención del Suicidio, es importante recordar que la postvención es también una forma de prevención.

Álvaro Jiménez Molina,
Psicólogo y académico USS, Investigador Imhay y MIDAP.

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Investigadores jóvenes de Imhay participaron en la “1ra. Jornada de prevención del suicidio: de la Frontera al Sur”

El evento, organizado por la Red de Apoyo Socioemocional y la Fundación para la Prevención del Suicidio OPA UFRO, tuvo como objetivo compartir experiencias asociadas a la prevención del suicidio y promover buenas prácticas para su intervención y acompañamiento.

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, los investigadores jóvenes de Imhay, Dra. Ana Barrera y Dr. Álvaro Jiménez dictaron charlas magistrales en este evento desarrollado en la Universidad de la Frontera.

La Dra. Barrera, quien además es directora del Laboratorio de Adultez Emergente y Salud Mental de la Universidad Católica de Temuco, expuso sobre el desarrollo positivo aplicado a la prevención del suicidio en contexto universitario.

En tanto, el Dr. Álvaro Jiménez, académico de la Universidad San Sebastián, abordó la problemática del duelo por suicidio en personas, familias y comunidades. 

Además de las charlas magistrales, esta primera jornada tuvo actividades simultáneas en diferentes espacios del Aula Magna de la UFRO, a cargo de diferentes expertos e instancias que abordaron el bienestar socioemocional y la salud mental.

Revisa las presentaciones de nuestros investigadores jóvenes, a continuación:

Charla Magistral de la Dra. Ana Barrera: 
«¿Cómo prevenir el suicidio en el contexto universitario? Una mirada desde el desarrollo positivo»

Charla Magistral del Dr. Álvaro Jiménez:
 «Duelo por Suicidio y Postvención»

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Dra. Vania Martínez por Día para la Prevención del Suicidio: “Cuesta reconocer cuándo es necesario pedir ayuda”

La psiquiatra, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay señaló a radio Universidad de Chile que, aunque hubo un descenso en las tasas de suicidio durante la pandemia, ahora se estaría volviendo a los números de antes. Asimismo, expresó su preocupación por los intentos de suicidio en jóvenes.

Dra. Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.

Este martes 10 de septiembre se conmemora un nuevo Día Mundial para la Prevención del Suicidio. En ese contexto, en conversación con la primera edición de Radioanálisis, la psiquiatra y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Vania Martínez, abordó la situación actual de nuestro país en materia de salud mental.

De acuerdo a la experta, durante los últimos años ha habido “una disminución de las tasas de mortalidad por suicidio” y que este descenso fue “mucho más profundo en pandemia”.

Sin embargo, la directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), advirtió que “ahora todavía no tenemos las estadísticas oficiales, pero lo que vemos es que estamos volviendo a lo anterior”.

En esa misma línea, Martínez aseguró que algo que también preocupa son “los intentos de suicidio y las autolesiones sin intención suicida, que muchas veces son para regular ciertas emociones y crisis de salud mental”, particularmente entre adolescentes y jóvenes.

Consultada respecto a las políticas públicas que se pueden implementar para ayudar a ese grupo etario en particular, la especialista apuntó al rol que juegan los establecimientos educacionales, “que pueden ser un buen lugar para promover una mejor salud mental y detectar situaciones de riesgo”.

La psiquiatra afirmó que en las generaciones más jóvenes se ha avanzado en el tema del estigma: “Ven con mejores ojos acudir a la atención en salud mental, pero aún así, (…) la principal barrera de estudiantes universitarios que tienen problemas de salud mental, incluido el riesgo suicida, es: ‘pensé que me las podía arreglar por mi mismo o mi misma’”.

“Uno pudiera pensar que podría estar dentro de los problemas el acceso, por el costo que puede tener o por el tiempo, pero esta barrera es más importante, que a las personas les cuesta reconocer en qué momento es necesario pedir ayuda”, indicó.

Justamente, en cuanto a los factores que explicarían por qué las tasas de suicidio son más altas en los hombres, Martínez observó que a ellos “les cuesta más pedir ayuda y tocar estas temáticas”.

“Nosotros en la Universidad de Chile, por ejemplo, tenemos un poco más de matrícula de mujeres que de hombres, pero en la encuesta, que es voluntaria, por cada un hombre contestan tres o cuatro mujeres. Entonces, las mujeres están más disponibles para hablar de salud mental y también para pedir ayuda”, dijo.

Otro factor, añadió la académica, es el uso de alcohol y drogas que es más prevalente en hombres, además de determinados mandatos culturales que incitarían a los hombres a ser más “exitosos”.

“Están esos mandatos para los hombres, pero las mujeres tienen más intentos de suicidio y más riesgo de autolesiones, de depresión y de ansiedad. Entonces, tenemos que tener una perspectiva de género sin descuidar a ninguno”, sostuvo.

Revisa la entrevista completa aquí:

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Entrevista a directora de Imhay en red de Radios Regionales sobre el Día Mundial para la Prevención del suicidio

Septiembre se ha transformado en el mes de prevención del suicidio, donde se busca concientizar sobre esta situación que es una de las principales causas de muerte en nuestro país en personas entre los 15 y 28 años. Para hablar sobre este tema y cómo ayudar en nuestro entorno, la red de radios regionales conversó con la la psiquiatra infanto juvenil y directora del Núcleo Milenio Imhay, Dra. Vania Martínez.

Revisa la entrevista completa aquí:

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Claves para una mejor comunicación con adolescentes: Comprensión, límites y positividad

La adolescencia transcurre entre los 10 y 19 años, un periodo marcado por emociones intensas y de nuevas necesidades que tienden a tensar la relación entre padres e hijos. Una buena comunicación con los adolescentes puede ayudar a establecer mejores lazos, pero es un trabajo continuo que comienza por no enjuiciar, establecer límites en la relación, trabajar las inseguridades de ambas partes y ofrecer refuerzos positivos. Sobre este tema fue entrevistado por el programa Sana Mente de CNN, el investigador principal de Imhay y académico de la UAndes, Dr. Jorge Gaete.

Revisa la nota completa a continuación:

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[PRENSA] Cerca del 50% de los NNA´s de la Región de Antofagasta viven en barrios con violencia crítica

El Primer Informe Nacional de Bienestar de la Niñez en Chile 2024, reveló esta realidad en la zona. Balaceras y peleas frecuentes confirman este panorama. Sobre este tema fue entrevistada la directora de Imhay y académica de la Universidad de Chile, Dra. Vania Martínez.

que afecta hoy a la po- blación infanto juvenil dela Región de Antofagasta. Desde el 2017 la cifra de niños, niñas y adolescentes (NNA’s) que viven en barrios con violencia crítica aumentó de un 37% a un 47%, panorama que se dio a conocer en el Primer Informe Nacional de Bienestar dela Niñez en Chile 2024, efectuado del Observatorio de la Niñez.

“Antofagasta es una de las nueve regiones en que ha aumentado la proporción de este grupo etario en barrios con violencia critica. Entre las causas se encuentran la crisis de seguridad y el aumento en la circulación de armas, junto al hecho de que ha crecido la percepción de que en los barrios hay balaceras, situación que también se ratifica en otras encuestas y estudios de este tipo. Por otro lado, también puede estar influyendo el crecimiento de esta población, sumado a que se está concentrando en asentamientos informales”, comentó Paloma del Villar, directora del Observatorio dela Niñez, de Fundación Colunga.

Actualmente son más de 81 mil NNA´s que residen en estos sectores, donde las balaceras y peleas entre grupos delictuales son cada vez más recurrentes. 

Además se agrega el antecedente que en solo siete años, esta población en la región logró aumentar en un 5%, con posibilidades ciertas que en un corto y mediano plazo esta cifra continúe creciendo.

Afectación

Frente a este panorama, una de las principales afectaciones guarda directa relación con el desarrollo cognitivo y emocional de este grupo etario. Esto estaría generando la aparición de conductas que interfieren en la forma en que se desenvuelven cotidianamente en el mundo social y educativo.

“En lugar de centrarnos únicamente en medidas punitivas, debemos abordar cómo prevenir las consecuencias adversas de la violencia en el desarrollo infantil y proteger a los niños de estos entornos perjudiciales”, declaró la directora del Observatorio dela Niñez.

Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, junto con desempeñar funciones como académica dela Universidad de Chile, manifestó que tanto en la Región de Antofagasta como a nivel nacional, existe una precarización en cuanto a las redes de apoyo, tanto en el sector público como privado, situación que contribuye a que el ambiente en los barrios se vuelva inseguro. 

“Acá se debe entender que lo importante no es trabajar de manera sectorizada, sino que en su conjunto, porque al fin y al cabo la violencia en sectores se debe a que no se han tratado puntos relacionados, por ejemplo, a educación, desarrollo social, entre otros”, añadió la también directora del Núcleo Milenio Imhay.

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Reforzar el desarrollo socioemocional: una vía para hacer frente al bullying y otras violencias

El investigador de Imhay y académico de la Universidad de los Andes, Dr. Jorge Gaete, participó en webinar acerca de los desafíos de la violencia digital, donde advirtió sobre la complejidad del fenómeno y la necesidad de abordar el tema con participación de las familias, la comunidad, de quienes sufren los ataque y también de quienes los realizan.

Dr. Jorge Gaete, psiquiatra, investigador principal de Imhay y académico de la Universidad de los Andes

Todas las encuestas e investigaciones lo confirman: en los últimos años, cada vez más personas -niños/as, jóvenes y también adultos- son víctimas de algún tipo de acoso, violencia o perjuicio cometido a través de algún medio tecnológico digital. Y es que estas herramientas de comunicación, que en un principio fueron consideradas como un vehículo para el desarrollo, también se han convertido en un potente amplificador de conductas como la burla, el desprestigio, la humillación o el hostigamiento. Más aún si se considera que varias herramientas digitales funcionan amparadas por el anonimato.

Para abordar esta creciente violencia a través de canales digitales, el Núcleo Milenio de Desigualdades y Oportunidades Digitales (NUDOS), organizó un webinar que contó con la participación de Cecilia Ananías, directora de la ONG Amaranta; el sociólogo e investigador de NUDOS, Raimundo Frei; y el investigador principal del Núcleo Milenio Imhay y académico de la Universidad de los Andes, Dr. Jorge Gaete.

Desde su experiencia como psiquiatra y experto en salud mental infanto juvenil, el Dr. Gaete detalló las consecuencias emocionales que experimentan las víctimas de ciberacoso, de trolling o ‘troleo’, o de grooming (el adulto que en las redes disfraza su edad e identidad para ganarse la confianza de niños o niñas).

Estos actos, explicó el profesional, cuando se repiten en el tiempo, no sólo provocan ansiedad y depresión, sino también “un impacto en la percepción de sí mismo. El acoso repetido puede generar en la víctima una sensación de valor insuficiente, o que se merece el maltrato porque otros así se lo dicen y, finalmente, termina creyendo ese discurso”.

También puede provocar aislamiento social, vergüenza, miedo y “si esto es reiterado y el daño que se produce es muy severo, puede causar también un estrés postraumático formal, con flashback, pesadillas, sensación de hipervigilancia y ansiedad flotante en general”, advirtió el Dr. Gaete.

Víctimas y perpetradores

Un dato revelador acerca de la complejidad del fenómeno del acoso es que entre 85 y 90 por ciento de quienes hostigan o agreden, a su vez, también son víctimas de bullying.

“Como es un fenómeno que está basado en elementos más bien de funcionamiento social y de grupo, es importante mencionar que no hay características que digan que una persona es típicamente víctima o que esta otra es típicamente agresora”, mencionó el investigador de Imhay. “Hay que tener cuidado con esas etiquetas, porque muchas veces lo que va detrás es estigma y una concepción acerca del rol que tienen las personas dentro de un grupo en particular. Por ejemplo, se piensa que las víctimas podrían ser más tímidas, con menos habilidades sociales, con menos capacidad de defensa. ¡Cuidado con eso! Puede que sea, pero también hay perpetradores/as con las mismas características y, en ese sentido, hay que tener bastante cuidado con la etiqueta. Las causas de la agresión son multifactoriales”.

Respecto a las estrategias para enfrentar este problema, el investigador de Imhay citó un metaanálisis de 2019 de la científica irlandesa Hannah Gaffney, que luego de revisar 24 trabajos sobre programas de prevención del ciberacoso concluyó que, en general, las iniciativas pueden reducir en 15 por ciento la perpetración, y en 14 por ciento la victimización. “Los resultados son muy variables, ya que no todas las intervenciones son iguales. Hay algunas sobre las cuales no tenemos claridad del impacto que generan, entonces hay que tener mucho cuidado todavía”, comentó el investigador de Imhay.

Y agregó que en estas acciones preventivas deberían incluirse también los/as perpetradores/as: “especialmente en el contexto educacional, pero separados de las víctimas, no juntarlas, no generar esta sensación de que ‘tienen que mediar un proceso’. Eso es complejo, porque muchas veces están en los mismos cursos. Pero es importante tener una mirada de cómo poder trabajar por separado, siempre dando un espacio bien importante a la víctima, porque sabemos que tiene las mayores consecuencias negativas de esto y, en ese sentido, es relevante generar instancias de apoyo, de consejería y de apoyo psicológico en los mismos centros educativos”.

Desarrollar competencias

En su exposición durante la actividad, el Dr. Jorge Gaete insistió en que el fenómeno de la agresividad, canalizada en violencia digital o de cualquier otro tipo, responde a múltiples causas, tanto individuales como familiares e incluso sociales, en el caso de barrios sometidos por la delincuencia. Por eso, recalcó que es importante hacer prevención desarrollando capacidades internas en la juventud.

“Muchas veces algunos elementos de violencia tienen que ver con que no puedo manejar emociones como la rabia, la agresión, que pueden ser naturales y esperables para un chico o chica que de repente sí se siente frustrado/a. Yo diría que hay un énfasis ahí, en cómo lo regulo y cómo manejo esa emoción a través de estrategias con un desarrollo más bien de la capacidad. Lo mismo con la familia: un énfasis en mejorar las estrategias parentales acerca de la comunicación, cómo mantener la confianza estableciendo, al mismo tiempo, límites sobre lo que puede o no podría hacer, pero no todo tan punitivo, tan restrictivo. Muchas veces eso nos juega en contra. Hay que desarrollar competencias en distintos niveles”.

Además, enfatizó en que el fenómeno del acoso a través de las redes digitales no debe verse de manera particular, sino que “hay que tener la visión de un modelo de intervención mucho más amplio, y probablemente, desde la prevención del bullying tradicional y una bajada al ciberacoso, y no al revés. Eso, en general, tiene mayor efectividad. Y en ese sentido, cuando se involucra, por ejemplo, a la comunidad educativa, padres y a toda la comunidad, tiene mucho más impacto también. Es decir, no sólo multinivel, sino multicomponente también”.

Ve el webinar completo, a continuación:

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Imhay certifica a equipos de educación como gatekeepers para la prevención del suicidio

El Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes junto al Servicio Local de Educación Pública Barrancas certificaron a 32 docentes y asistentes de la educación luego de haberles entrenado para desarrollar habilidades con el objetivo de saber cómo abordar el riesgo suicida en los/as estudiantes. Se trata de un modelo de entrenamiento de competencias pionero en nuestro país.

El entrenamiento como gatekeepers para la prevención del suicidio fue liderado por la psicóloga e investigadora doctoral de Imhay, Belén Vargas.

Las conductas suicidas entre los adolescentes son una preocupación social y de salud pública importante. Las escuelas y liceos son entornos comunitarios donde las y los adolescentes pasan gran parte del tiempo, convirtiéndose en espacios fundamentales para la detección temprana y la intervención en salud mental, ya que ofrecen oportunidades únicas para identificar y apoyar a jóvenes en riesgo de suicidio.

A diario, docentes y asistentes de la educación desempeñan un rol activo en el acompañamiento de la trayectoria educativa y el desarrollo de miles de estudiantes a lo largo del país. Uno de los aspectos más relevantes de las estrategias de prevención del suicidio basadas en gatekeepers es la creación de capacidades en las comunidades educativas, donde los equipos educativos puedan apoyar a estudiantes en riesgo de suicidio desde su rol.

Es así que, hace unos días, el Núcleo Milenio Imhay junto al Servicio Local de Educación Pública de Barrancas, certificaron como gatekeepers para la prevención del suicidio a 32 docentes y asistentes de la educación del Liceo Ciudad de Brasilia de Pudahuel y Liceo Héroes de la Concepción de Cerro Navia.

El término «gatekeeper» se refiere a personas que, aunque no son expertos en salud mental, suelen ser el primer punto de contacto para quienes enfrentan problemas emocionales. Su rol es identificar los riesgos potenciales, manejar la crisis inicial entregando un primer apoyo y, posteriormente, derivar a la persona a un/a profesional especializado/a que pueda proporcionarle un tratamiento apropiado.

Equipo de educación del liceo Héroes de la Concepción de Cerro Navia.

El entrenamiento como gatekeepers para la prevención del suicidio realizado en ambos establecimientos educacionales fue liderado por la psicóloga e investigadora doctoral de Imhay, Belén Vargas, como parte de su trabajo de doctorado denominado “Co-diseño y evaluación piloto de una estrategia de facilitación de la implementación para la adopción de una intervención gatekeeper para reducir el riesgo suicida adolescente en escuelas públicas chilenas”.

Este modelo de entrenamiento de competencias, pionero en nuestro país, ha sido denominado DAS por el acrónimo de los principios de actuación que orientan el rol de gatekeeper: Detección, Apoyo y Seguridad. El entrenamiento contempla 16 horas presenciales, donde las y los participantes adquieren nuevos conocimientos, reflexionan sobre actitudes en torno a la prevención del suicidio, y practican habilidades que les posibilitarán entregar un primer apoyo en sus comunidades. 

Al respecto, la líder del proyecto, Belén Vargas, señaló que “Estamos con mucha alegría celebrando este gran momento donde los primeros gatekeepers se están certificando en un modelo de entrenamiento de competencias. Lo que viene ahora, que es la parte nuclear de este proyecto de investigación, es acompañar a estas comunidades educativas a que esta intervención cobre realidad de una manera sustentable y que ellos puedan implementar estas herramientas de una manera sostenida en sus comunidades educativas”.

Equipo de educación del liceo Ciudad de Brasilia de Pudahuel.

Por su parte, Erick Caballeri, director del liceo Ciudad de Brasilia, mencionó que: “El día de hoy estoy súper contento de que nuestra comunidad educativa, a través de un número importante de funcionarios, profesores, asistente de la educación y directivos, nos capacitamos en un tema tan importante como es la prevención del suicidio. Consideramos que es un tópico relevante, que contribuye a la salud mental, que es algo que de verdad está muy dejado de lado en nuestro país y que necesita realizarse, necesita trabajo, necesita capacitación y desde esa esfera, nosotros estamos súper contentos de formar parte de este proyecto”.

En tanto, Yosires González, directora del Liceo Héroes de la Concepción, indicó que “Sabemos que hoy en día, el paradigma educativo nos dice que los aprendizajes profundos tienen que ver con la contención emocional y dar respuesta a nuestros estudiantes. (…) Y nuestros profesores y asistentes de la educación al certificarse como gatekeepers, van a instalar al interior de la comunidad educativa herramientas poderosas, que van a permitir dar respuesta de mejor manera a la prevención del suicidio, un tema que no es fácil, que muchos evitan, pero que es importante, porque educar es prevenir”.

La ceremonia de certificación se llevó a cabo en el Centro Cultural Siglo XXI de la comuna de Pudahuel, instancia que marcó un hito al certificar a los/as primeros/as gatekeepers del Servicio Local de Educación Pública Barrancas y trazando, de esta manera, el punto de partida para el proceso de implementación de esta intervención en las comunidades educativas participantes. 

Junto con Belén Vargas, participaron como colaboradores del entrenamiento, Alejandro Riquelme, Coordinador del Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Minsal y Magdalena Errázuriz, pasante de investigación Imhay.

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¿Qué son y cómo funcionan los chatbots de salud mental?

Se trata de programas creados con Inteligencia Artificial que interactúan con los usuarios a través de texto o voz, y ofrecen apoyo emocional inmediato, intervención en crisis, entrega de información u orientación para conectar con profesionales. Sobre este tema fue consultado el investigador joven de Imhay y académico de la Universidad San Sebastián, Dr. Álvaro Jiménez.

En cuanto a las particularidades de los chatbots en salud mental, el Dr. Álvaro Jiménez subraya que uno de los principales desafíos radica en la relación que se establece con la tecnología y en sus limitaciones para comprender situaciones emocionales complejas.

De acuerdo con la novena versión del Termómetro de Salud Mental de la ACH y la UC, un 13,4% de los encuestados muestra sospechas o presencia de problemas de salud mental. Aunque esta cifra representa una disminución en comparación con mediciones anteriores, sigue reflejando un problema significativo en el país.

La tecnología está desempeñando un papel fundamental en la contención y orientación de diversos problemas psicológicos. Gracias al uso de la Inteligencia Artificial, se han desarrollado chatbots de salud mental, programas que interactúan con los usuarios a través de texto o voz, y que pueden ofrecer apoyo emocional inmediato, intervención en crisis, así como información y orientación para conectar con profesionales de la salud.

Al respecto, el psicólogo Álvaro Jiménez, académico e investigador de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián (USS) y del Núcleo Milenio Imhay, explica que estos sistemas “permiten monitorear el estado de ánimo y acompañar intervenciones terapéuticas. Además, una de sus ventajas es el anonimato, lo que ayuda a superar barreras relacionadas con la estigmatización y las dificultades logísticas para acceder a ayuda”.

En términos generales, los chatbots de salud mental pueden ser un aporte en situaciones de crisis, ya que están programados para reconocer señales de riesgo o crisis como pensamientos suicidas. Al respecto, Jiménez indica que “al estar disponibles 24/7 son capaces de detectar señales de alerta de manera temprana, lo que facilita la intervención oportuna por parte de profesionales de la salud. Por otro lado, pueden promover la búsqueda de ayuda o conectar a los usuarios con líneas de ayuda”.

Otra de las utilidades de este tipo de chatbots, señala el académico, es que “proporcionan información sobre temas relacionados con salud mental en contextos donde los recursos o el acceso es limitado, como, por ejemplo, en áreas rurales o países de bajos ingresos”. Sin embargo, recalca que no son de provecho cuando se padecen problemas de salud mental severos.

Eventuales riesgos en torno a su uso

Aunque los chatbots de salud mental pueden generar alertas en tiempo real y conectar a los usuarios con profesionales de la salud, todavía se encuentran en una fase temprana de desarrollo y enfrentan importantes desafíos. Como explica Jiménez, “existen desafíos en términos de seguridad y privacidad de las interacciones. Aunque se presentan como herramientas confidenciales, los chatbots pueden utilizar la información privada de los usuarios para fines comerciales, como entrenar otros algoritmos de IA. Actualmente existe una falta de regulación en el uso de estas tecnologías en salud mental, lo que deja brechas en la protección de datos personales de los usuarios”.

Por otro lado, existen riesgos asociados a los sesgos de diseño o programación de la Inteligencia Artificial. “Estos sesgos algorítmicos suponen desafíos éticos, ya que los chatbots pueden reproducir desigualdades al estar mal diseñados para grupos vulnerables o tradicionalmente marginados. De hecho, los chatbots no tienen la capacidad de comprender el mundo subjetivo de las personas en su contexto, es decir, dentro de múltiples factores socioculturales y contextuales que afectan la salud mental”, indica el investigador.

En cuanto a las particularidades del trabajo en salud mental, Jiménez subraya que uno de los principales desafíos radica en la relación que se establece con la tecnología y en sus limitaciones para comprender situaciones emocionales complejas.

“El marketing de estas aplicaciones se basa en humanizar a la máquina para explotar la confianza del usuario, lo que puede llevar a malentendidos sobre sus capacidades. Por ejemplo, algunos chatbots se presentan como agentes terapéuticos, lo que fomenta malentendidos o expectativas poco realistas sobre su capacidad para proporcionar apoyo”. Por lo tanto, es importante que los usuarios comprendan que esta tecnología no sustituye el apoyo que ofrecen terapeutas o profesionales de salud.

Al respecto, el investigador USS indica que “muchos chatbot han mostrado interacciones inadecuadas ante determinados síntomas o estados emocionales. Los seres humanos utilizamos metáforas o expresiones lingüísticamente complejas para manifestar nuestros estados emocionales, muchas veces con ambivalencia, sutilezas que los chatbots pueden malinterpretar. En ese sentido, los chatbot no han superado a los humanos en su capacidad de reconocer síntomas ni de diagnóstico”, enfatiza Jiménez.

Reconociendo que los chatbots pueden ser herramientas muy valiosas en salud mental, Jiménez indica que “un riesgo importante está asociado a los incentivos del proceso de desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial en salud. Me parece que existe un riesgo real de aumento de la medicalización o patologización de estamos emocionales que son respuestas normales y adaptativas frente a situaciones estresantes de la vida. Los chatbots podrían contribuir a patologizar la tristeza, y de ese modo podrían contribuir al sobrediagnóstico de problemas de salud mental. Por ello es muy importante que evaluemos rigurosamente estas tecnologías, es crucial involucrar a los usuarios finales en su desarrollo y que la comercialización sea transparente sobre sus limitaciones para evitar malentendidos terapéuticos o respuestas inadecuadas en situaciones de crisis”.

Fuente: Estrategia online