La incorporación de una escala de medición del riesgo suicida para ser aplicada en el contexto escolar, fue uno de los aportes realizados por los expertos del Núcleo Milenio Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay) a este documento que entrega recomendaciones para desplegar acciones que permitan el desarrollo de una estrategia integral de prevención del suicidio en establecimientos educacionales.
En un escenario donde el suicidio es la segunda causa de muerte en adolescentes, el Ministerio de Salud lanzó hace unos días la guía “Recomendaciones para la prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales”, desarrollada en el marco del Programa Nacional de Suicidio que lleva adelante esta cartera y que contó con la participación, en calidad de expertos, de los investigadores del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), Vania Martínez y Daniel Núñez.
De acuerdo a lo expuesto en el documento, las investigaciones dan cuenta que intervenciones de prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales han probado ser efectivas en el aumento de factores protectores -como el autocontrol, la resolución de problemas y la autoestima-, y en la disminución de factores de riesgo de suicidio. De allí la relevancia de esta publicación como una herramienta práctica para el trabajo en esta área, considerando además, que los colegios son el lugar donde niños y adolescentes pasan gran parte de la jornada y concretan la mayor parte de sus interacciones sociales.
A juicio de la directora de Imhay y académica del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral de la Adolescencia (Cemera) de la Facultad de Medicina, Dra. Vania Martínez, “los adolescentes pasan mucho tiempo en los establecimientos educacionales, entonces, es una oportunidad para desarrollar programas preventivos y detectar riesgo suicida. Esto, porque los colegios y su personal están en contacto directo con ellos, los conocen mejor y entonces, con ciertas herramientas, podrán fomentar factores protectores, distinguir qué se está escapando de la normalidad de este período e identificar a quienes requieran una ayuda profesional”.
En la actualidad, existen varias investigaciones en países desarrollados sobre intervenciones en prevención del suicidio en el contexto escolar, sin embargo, hay dudas de la factibilidad de su aplicabilidad en nuestro país. Ésa fue una de las conclusiones a la que llegó un grupo de profesionales, entre ellos, la Dra. Martínez, luego de realizar una exhaustiva revisión de la evidencia científica disponible. “Con este equipo de trabajo nos dimos cuenta que si bien hay programas exitosos en países desarrollados, en Chile no están dadas las condiciones para implementarlos, ya que están diseñados para una cultura particular y un sistema educativo y de salud diferente, por lo tanto, probablemente no funcionarían de la misma forma en nuestro país”, detalló.
De acuerdo a la psiquiatra, existe un desafío en diseñar o adaptar intervenciones preventivas que consideren la realidad local y evaluar su impacto. En esta tarea se encuentra el programa “Cuida tu Ánimo”, liderado por la directora de Imhay, el que fue destacado en la guía de recomendaciones del MINSAL como ejemplo de una buena iniciativa local en la prevención del suicidio. Este proyecto proporciona información, educación y apoyo para promover un adecuado bienestar emocional, y prevenir e intervenir tempranamente la depresión en adolescentes a través de Internet.
Por otra parte, diferentes instrumentos que permiten evaluar el riesgo suicida, sin embargo, no todos son lo suficientemente sensibles, específicos y predictivos para ser aplicados en el contexto escolar. Frente a la escasez de herramientas concretas para la detección del riesgo, la Dra. Martínez revisó y adaptó la Escala de Severidad Suicida de Columbia, creada por Kelly Posner, investigadora de dicha universidad. Este instrumento busca, a través de diferentes preguntas, evaluar el nivel de riesgo suicida e indicar las acciones a seguir. “Este cuestionario ha sido probado y evaluado científicamente en varios contextos y ha demostrado su utilidad. Es un instrumento cuyo principal valor es que no necesita ser aplicado por un especialista, por tanto, el personal de colegio puede hacer uso de ella”, señaló la académica.
Sobre su aporte en la elaboración de este documento del Ministerio de Salud, la especialista indicóque “es muy importante apoyar a quienes están a cargo de generar y desarrollar políticas públicas en el ámbito de la salud mental. Nosotros desde la Universidad de Chile y desde el Núcleo Milenio Imhay estamos disponibles para aportar con nuestras capacidades y conocimientos desde la evidencia científica. Es muy gratificante ver que finalmente todo el trabajo se plasmó en la creación de una herramienta que permitirá sensibilizar respecto al suicidio en adolescentes y que aportará en su prevención”.
El abordaje del trauma y el riesgo suicida en adolescentes, fueron las principales temáticas abordadas en las jornadas de capacitación, realizadas por investigadores del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), en Santiago y Arica. “Es importante un abordaje integral y multidisciplinario del tema y es relevante capacitar a los profesionales que trabajan con estos jóvenes, porque ellos son las personas que podrían darse cuenta de si existe algún riesgo, intervenir a tiempo y comunicarlo al equipo de salud”, afirmó la psiquiatra Vania Martínez, académica de la Facultad de Medicina y directora de Imhay.
En Chile, el suicidio es la primera causa de muerte en personas de 15 a 24 años y si bien en nuestro país la tasa de suicidio infanto adolescente ha disminuido en los últimos años, ubicándonos por debajo del promedio de la OCDE, sigue siendo un tema de cuidado para la autoridades sanitarias, que desde el año 2013 llevan adelante el Programa Nacional de Prevención del Suicidio.
Algunas de las orientaciones de este plan indican la necesidad de actualizar los conocimientos sobre esta temática a los equipos de salud. En este contexto, la psiquiatra y académica de la Facultad de Medicina, Vania Martínez, que dirige el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay) lideró, junto a investigadores de este centro, una serie de capacitaciones realizadas en las ciudades de Santiago y Arica, y en la que participaron más de 200 profesionales de la salud mental ligados al Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), a la Seremi de Salud de la región de Arica y Parinacota, y a la Municipalidad de Huechuraba.
La primera capacitación dictada por los profesionales de Imhay se realizó a equipos de tratamiento por consumo problemático de drogas de Senda, quienes trabajan con adolescentes infractores de ley. En dicha oportunidad, más de 100 profesionales de todo el país recibieron herramientas para la pesquisa oportuna y la intervención desde el ámbito clínico sobre conducta suicida y trauma.
El investigador asociado de Imhay, Daniel Núñez, fue el encargado de abordar la asociación entre trauma y conducta suicida en jóvenes infractores de ley, instancia en la que señaló que las experiencias traumáticas vividas durante la infancia y sobre todo aquellas asociadas a maltrato y abusos ejercidos por personas que deberían ser protectoras, tienen la capacidad de alterar el normal desarrollo de competencias que, por ejemplo, permiten regular nuestras emociones y resolver distintas tareas ejerciendo roles de manera relativamente adaptativa y funcional.
En este sentido, el experto comentó que “alguien que no logra identificar y regular adecuadamente sus emociones es probable que tenga conductas impulsivas y agresivas, tanto hacia los demás como también hacia sí mismo, cuando enfrenta situaciones conflictivas que amenazan su seguridad física, emocional y psicológica. Es muy probable que este tipo de comportamientos favorezcan cierto rechazo que finalmente aumenta las posibilidades de aislamiento, pérdida de apoyo social e involucramiento en redes y conductas de riesgo, todos factores asociados con conducta suicida”.
Según cifras del Ministerio de Salud, el 97,44 por ciento de los adolescentes infractores de ley ha sufrido maltrato físico y/o psicológico, el 94,85 por ciento ha sido víctima de abandono o negligencia, el 76,9 por ciento ha sido víctima de violencia intrafamiliar y el 57,89 por ciento ha experimentado la indigencia urbana. De allí la relevancia de capacitar a profesionales que trabajan con esta población, dada la alta prevalencia de trastornos mentales existente en estos jóvenes, que es mayor que en la población general de la misma edad. Por ejemplo, este grupo tiene 10 veces mayor riesgo de psicosis, 2 a 4 veces mayor riesgo de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y existe 4 a 5 veces mayor riesgo de depresión en las niñas.
Por su parte, la profesora Vania Martínez, quien enfocó su relatoría en las principales herramientas de evaluación e intervención, y en la generación de protocolos de acción para enfrentar el riesgo suicida, señaló que “este grupo de adolescentes tiene más trastornos del ánimo y estrés postraumático. Además, existe abuso de sustancias y alcohol, y también hay trastornos en la línea del descontrol de impulsos. Por ello es importante un abordaje integral y multidisciplinario del tema y es relevante capacitar a los profesionales que trabajan con estos jóvenes, porque ellos son las personas que podrían darse cuenta de si existe algún riesgo, intervenir a tiempo y comunicarlo al equipo de salud”.
Considerando que el suicidio se trata de un fenómeno complejo y en el que influyen múltiples factores, es que es importante realizar acciones formativas de detección e intervención que permitan actuar de manera oportuna y efectiva. Para ello es de vital importancia que los profesionales de la salud de todos los niveles de atención cuenten con conocimientos actualizados sobre cómo actuar en casos de riesgo.
Considerando este objetivo, es que Vania Martínez y el investigador joven de Imhay, Álvaro Jiménez, llegaron hasta la ciudad de Arica donde, junto a la Seremi de Salud de la región, dictaron una capacitación sobre el tema a profesionales de la red de atención de salud mental de los niveles primario y de especialidad, con el fin de mejorar sus competencias en el abordaje de la conducta suicida en adolescentes.
Andrea Jara Rojas, encargada de salud mental y del programa de prevención del suicidio de la Seremi de Salud de la Región de Arica y Parinacota, valoró la realización de esta capacitación que se alinea con los objetivos del Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Ministerio de Salud. “Desde el año 2014 estamos trabajando en la temática, sin embargo, la rotación de profesionales en el sector salud es alta, por tanto, siempre es importante ir capacitando y profundizando en esta importante área. En este sentido, estábamos esperando realizar esta jornada con los profesionales de Imhay dado el trabajo que están realizando en investigación e intervención”, señaló.
“Los participantes de Arica fueron muy activos, aportaron muchas ideas, comentaron las distintas experiencias que han tenido, lo que sin duda enriqueció mucho la jornada. Además, fue muy importante que vinieran desde distintos niveles de atención, porque cada nivel tiene sus particularidades y complejidades específicas que es importante conocer y abordar”, destacó la directora de Imhay.
El ciclo de capacitaciones 2018 sobre abordaje del riesgo y conducta suicida impartido por el Núcleo Milenio Imhay se cerró con una jornada realizada en conjunto con el Departamento de Salud de la Municipalidad de Huechuraba, ocasión en la que asistieron cerca de 50 profesionales médicos, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y técnicos/as sociales que se desempeñan en la Atención Primaria de Salud y COSAM de la comuna.