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[PRENSA] Directora de Imhay: «No es lo mismo decir ´ando depre´ que ´estoy con una depresión´»

En entrevista con la edición matinal de Teletrece, la directora de Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dra. Vamia Martínez, se refiere al aumento de las consultas de salud mental por parte de estudiantes universitarios y a cuáles son los principales problemas psicológicos que presenta esta población.

“Lo más frecuente que hemos encontrado en estudios que estamos llevando a nivel nacional en 5 universidades del país es depresión, trastornos de ansiedad y consumo problemático de sustancias”, indicó la directora de Imhay.

Y agrega que “Desde el estallido social vimos que hubo un aumento de sintomatología, tanto ansiosa como depresiva, pero también una mayor conciencia de lo que es salud mental y de preocuparse de la salud mental, y de no normalizar ciertas situaciones, por ejemplo, no dormir, no alimentarse bien que era visto como parte de la vida universitaria. Ahora se ha tomado conciencia lo importante que es cuidar nuestra salud de manera integral, incluida la salud mental”.

“No es lo mismo decir ´ando depre´ que ´estoy con una depresión´. Hablamos de depresión cuando una persona lleva al menos dos semanas con poco ánimo y energía, ya no disfruta de las cosas que antes disfrutaba, tiene cambios en su sueño, en su apetito e incluso algunas personas tienen ideas de querer morirse o querer hacerse daño”, dijo la Dra. Martínez.

Ve la entrevista completa a continuación:

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Imhay participará en elaboración del primer plan nacional de salud mental para estudiantes de educación superior impulsado por los Ministerios de Educación y Salud

Autoridades de gobierno, de instituciones de Educación Superior y líderes estudiantiles concurrieron hasta la Casa Central de la Universidad de Chile para participar en la puesta en marcha del primer plan nacional de salud mental para estudiantes de educación superior. En la instancia, se dieron a conocer los resultados del diagnóstico realizado por la Subsecretaría de Educación Superior en esta materia. Además, se anunció un Consejo Asesor encargado de preparar un plan de acción que estará terminado en diciembre de este año y donde una de sus integrantes es la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

Víctor Orellana, subsecretario de Educación Superior, y Andrea Albagli, subsecretaría de Salud Pública.

Pasada las 11:00 de la mañana, en la Sala Enrique Sazié de la Casa Central de la Universidad de Chile, se realizó el hito que marcó la puesta en marcha de la elaboración del primer plan nacional de salud mental para estudiantes de educación superior. El encuentro fue encabezado por el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana; la subsecretaría de Salud Pública, Andrea Albagli, y la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, y contó además con la participación de altas autoridades de distintas instituciones de educación superior, expertos en salud mental y representantes de varias federaciones de estudiantes. 

La bienvenida estuvo a cargo de Pamela Díaz-Romero, vicerrectora (s) de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la U. de Chile, quien advirtió que «las cifras de estudiantes afectados en su salud mental ha crecido de manera alarmante durante el proceso de retorno a la presencialidad”. Sin embargo, señaló que dentro de las distintas casas de estudio existen esfuerzos para “desarrollar estrategias que permitan la detección oportuna, la contención adecuada y la derivación eficaz de los casos complejos. Para esto es fundamental la colaboración de las instituciones de educación superior con los ministerios de Educación y Salud”.

El lanzamiento del Plan de trabajo intersectorial de salud mental para la educación superior se realizó en la Casa Central de la U. de Chile, donde expuso sobre la temática la directora de Imhay y académica de la Facultad de Medicina, Dra. Vania Martínez.

Luego, un grupo de expertos expuso sobre distintas iniciativas en curso y las estrategias implementadas que buscan resguardar la salud mental en los estudiantes universitarios. El panel de especialistas, representantes de diferentes instituciones, lo conformaron Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay) y académica de la Facultad de Medicina de la U. de Chile; Belén Vargas, asesora del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsal); María Teresa Ramírez, especialista de Somos Comunidad del Ministerio de Educación (Mineduc); Cristóbal Hernández, investigador del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP); e Ivonne Ahlers, directora de Salud Estudiantil de la Universidad de Chile.  

Dentro de los puntos destacados, María Teresa Ramírez comentó que parte de la planificación del trabajo intersectorial es establecer el alcance de la acción institucional y gubernamental, así como la necesidad de articular redes de trabajo. “Es importante entender que el bienestar y la salud mental es una condición para la garantía del derecho a educación, desde la educación inicial y como un proceso continuó, con espacios articulados de acompañamiento”, sostuvo.

La Rectora Rosa Devés enfatizó la importancia de considerar la voz de las y los principales implicados en la elaboración de esta nueva política, las y los estudiantes.

Por su parte, Cristóbal Hernández hizo énfasis en la importancia de las comunidades, apuntando que “está demostrado que las personas desarrollamos nuestro máximo potencial cuando nos apoyamos y nos sentimos seguros. En el caso contrario, las relaciones interpersonales se transforman en un evento estresor”. Agregó, además, que “una buena calidad en estas relaciones ayuda a reflejar menor incidencia de síntomas depresivos”.

La profesora Ahlers, en tanto, expuso sobre el preocupante aumento en la gravedad y en el número de solicitudes de atención en salud mental en la Universidad de Chile, las que han crecido en un 167% en comparación a 2022. Además, presentó las acciones implementadas por la Casa de Bello en esta materia. “Esta situación la hemos enfrentado mediante un modelo de atención escalonada que involucra un equipo multidisciplinario y que incluye actividades de promoción y prevención en salud, atención clínica de problemas de salud mental y continuidad del cuidado”, detalló.

Resultados diagnóstico

Durante la actividad, los subsecretarios de Educación Superior y Salud Pública expusieron sobre los resultados del Primer Diagnóstico Institucional en Salud Mental del Sistema de Educación Superior. Entre los hallazgos, se dio a conocer que el 69,6% de las universidades cuentan con lineamientos sobre salud mental, en tanto, un 44,3% de las instituciones de educación técnico profesional poseen estas estrategias. 

El subsecretario Orellana anunció que “hemos concluido el diagnóstico y vamos a pasar a la etapa de los hechos. Eso supone avanzar a constituir un comité asesor para terminar con un plan de acción en diciembre de este año”.

«Debemos reconocer que no hay salud sin salud mental. Su cuidado es continuo y se debe abordar desde lo preventivo hasta las atenciones en salud», aseguró por su parte la subsecretaria Albagli. La especialista planteó, asimismo, que «se ha instalado un estigma respecto a los problemas de salud mental, lo que se transforma en una barrera de acceso. Las personas sienten vergüenza, no comparten ni conversan sus problemas y eso evita que reciban el cuidado oportuno».

Sabina Orellana, presidenta de la FEUC y vocera oficial de la Confech, hizo un llamado a que este trabajo sea con los estudiantes y que “repensemos los modelos de estudios y de evaluación, las redes de apoyo de los estudiantes de regiones, el sistema de acompañamiento. Es posible tener una educación de excelencia y una cultura de bienestar, son compatibles. Estudiar no puede ser sufrimiento o ansiedad, la universidad no puede ser un espacio de riesgo, debe ser un espacio de disfrute”.

Compromiso institucional

El lanzamiento del plan de trabajo intersectorial en salud mental para la educación superior tiene como objetivo principal fortalecer las acciones y políticas en este ámbito, fomentando la colaboración entre las instituciones de educación superior y el gobierno.

Al respecto, la Rectora Rosa Devés enfatizó la importancia de considerar la voz de las y los principales implicados en la elaboración de esta nueva política. “Los y las estudiantes tienen una fuerza muy grande para movilizarnos. Ellos y ellas deben ser protagonistas”, expresó. Destacó, además, que «hoy mostramos que las instituciones, junto con el Ministerio de Educación y Salud, estamos trabajando articuladamente y esto es un ejemplo para otras políticas públicas”.

El Rector de la Universidad de Valparaíso y presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECh), Osvaldo Corrales, destacó que se trata de un proceso participativo que va a contar con las experiencias de las propias comunidades. En este sentido, aseguró que “es un hito extraordinariamente importante, que desde ya cuenta con el apoyo de las universidades públicas. Estamos preocupados por la salud mental de las y los estudiantes y también de quienes trabajamos en la educación superior”. 

De esta forma, se espera que el trabajo conjunto en torno a este plan permita identificar áreas de mejora, promover la implementación de medidas preventivas y de atención en salud mental, así como garantizar el bienestar de los estudiantes.

 Fuente: Aldo Vidal – Periodista VAEC, Axel Leclerc – Periodista DSE

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[PRENSA] Experto entrega recomendaciones para lograr una comunicación efectiva entre padres e hijos adolescentes

La adolescencia es considerada una etapa de la vida que conlleva grandes desafíos y uno de ellos es el lograr una comunicación fluida y basada en la confianza entre padres e hijos. Para abordar este tema, el Dr. Jorge Gaete, psiquiatra, académico de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes e investigador principal de Imhay entregó algunas claves para una comunicación efectiva en radio Maray de la región de Atacama.

La comunicación efectiva es un factor crucial en el desarrollo integral de los adolescentes. Al respecto, el Dr. Gaete, también director del Centro de Investigación en Salud Mental Estudiantil – UAndes, afirmó que mantener una buena conversación con los hijos en este período es fundamental para fortalecer su confianza, autoestima y mejorar la relación entre ambas partes.

Según el especialista, “tener conversaciones de temas tanto cotidianos como relevantes con los hijos de esta edad permite mantener el nivel de influencia de los padres durante la adolescencia y abordar nuevas dificultades en el desarrollo que aparecen en esta época, como la sintomatología emocional y conductas de riesgo”, menciona.

A continuación, el investigador de Imhay entregó seis consejos para mejorar la comunicación entre padres e hijos:

1) Observar: los padres deben ser capaces de reconocer las necesidades y las dificultades que observen a los cambios de humor.

2) Disponer de tiempos y espacios para que los adolescentes puedan saber que sus padres van a estar disponibles para ellos cuando lo necesiten.

3) Demostrar que uno confía en ellos explícitamente, depositándoles ciertas responsabilidades, por ejemplo, encargándoles alguna tarea cotidiana.

4) Diálogo: que la conversación sea un diálogo y no un monólogo.

5) Dar la oportunidad al adolescente de generar sus propias soluciones; para así, poder llegar a una solución colaborativa entre ambos, considerando tanto las necesidades de los hijos como las preocupaciones de los padres.

6) Límites claros: Si bien los adolescentes necesitan espacio para aprender y cometer sus propios errores, “es importante que esto ocurra en un ambiente cuidado y que tengan cierta estructura clara sobre dónde y cómo pueden moverse”, señaló el Dr. Jorge Gaete.

Escucha la entrevista a continuación:

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Estudio plantea desafíos en prevención y promoción de salud mental para comunidades universitarias

El Estudio Longitudinal de Salud Mental Universitaria (ELSAM) del Núcleo Milenio Imhay, en el que participaron más de 7 mil estudiantes de cinco universidades CRUCH, reveló cinco ámbitos de problemas de salud mental: Trastorno Depresivo Mayor, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastorno de Uso de Sustancias, Consumo Perjudicial de Alcohol, Alto Riesgo Suicida.

La Comisión de Convivencia Universitaria y Salud Mental del CRUCH en conjunto con Imhay llevaron a cabo el webinar “¿Cómo está la salud mental en nuestras comunidades estudiantiles universitarias?”.

Para reflexionar en torno a la problemática de salud mental en las comunidades estudiantiles universitarias, la Comisión de Convivencia Universitaria y Salud Mental del Consejo de Rectoras y Rectores de la Universidades Chilenas (CRUCH), junto al Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), llevaron a cabo el webinar “¿Cómo está la salud mental en nuestras comunidades estudiantiles universitarias?”, el miércoles 28 de junio.

En la instancia, la directora de Imhay, académica de la Universidad de Chile e investigadora principal del estudio, Vania Martínez, adelantó los principales resultados del periodo 2020-2022 del Estudio Longitudinal de Salud Mental Universitaria (ELSAM), también conocido como “EnlaUvamosjuntxs”.

Para el estudio se aplicó una encuesta a estudiantes de primer año de cinco universidades del CRUCH de todas las cohortes, orientada a identificar aspectos como: depresión, ansiedad, déficit atencional, manía, consumos de sustancias, riesgo suicida, autolesiones, trastorno de personalidad, historia de tratamiento, barreras para búsqueda de ayuda, experiencias adversas infantiles, estresores actuales, apoyo social.

El estudio, que tendrá una duración de cinco años, comenzó el año 2020 con estudiantes de la Universidad de Chile, sumándose en 2021 cuatro universidades más: la Universidad de Los Andes, la Universidad de Talca, la Universidad de O’ Higgins y la Universidad Austral de Chile. En esta segunda aplicación participaron 7.255 estudiantes, que corresponden a una tasa de respuesta total de 35% en promedio (42% mujeres y 26% hombres). “Esto en relación a otros países es bastante bueno, porque la mayoría de los países tienen un 10% de tasa de respuesta”, sostuvo la profesora Martínez.

Principales resultados

La aplicación de la encuesta permitió identificar cinco ámbitos de problemas de salud mental: Trastorno Depresivo Mayor, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastorno de Uso de Sustancias, Consumo Perjudicial de Alcohol, Alto Riesgo Suicida. En estas dimensiones, mujeres y hombres presentan diferencias que en varios casos son significativas (ver cuadro comparativo).

Al respecto, Martínez destaca que en el caso de las mujeres se observan porcentajes más altos de depresión y ansiedad que en el trastorno de uso de sustancias, y que los hombres presentan una tasa mayor en el consumo perjudicial de alcohol. En cuanto al suicidio, son las mujeres quienes tienen un riesgo más alto que los hombres.

“Entre 2020 y 2022 vimos un aumento en el riesgo suicida de las mujeres, que nos da una alerta, pues de 6% en 2020 subió a 12% en 2022. Lo mismo ocurre en cuanto al consumo perjudicial de alcohol, que subió de un 16% a un 23% y que, preliminarmente, creemos que podría relacionarse con un nivel socioeconómico alto y con la disminución de brecha de género”, comentó la experta.

Con respecto a las principales barreras para buscar ayuda, identificaron la inseguridad de dónde ir o a quién consultar y el que las y los jóvenes prefieren afrontar el problema por su cuenta.

En relación con los grupos de riesgo que presentan ansiedad y depresión, el estudio permitió identificar los siguientes grupos de jóvenes: que pertenecen al grupo LGBTIAQ+; con un bajo nivel socio-económico; que tienen sobrecarga horaria; que no cuentan con un espacio adecuado para estudiar; que no tienen un computador personal; a quienes están en relación de pareja; y aquellas y aquellos que tienen una baja participación en actividades comunitarias.

Junto con los resultados de la encuesta, la experta también compartió un modelo multinivel de intervención en salud mental en estudiantes universitarios de seis etapas: educación y promoción de la salud mental; prevención y desarrollo de habilidades; detección y alerta temprana; soporte y servicios de salud mental; derivación oportuna; y manejo de crisis.

“Hemos visto que es importante abordar esto desde las universidades y creemos que, en forma transversal, el uso de las tecnologías de información y las comunicaciones son un aporte. También son necesarios los diseño participativos, donde las mismos jóvenes nos ayuden al diseño de la estrategia”, indicó la profesora Martínez.

Desafíos para las universidades

Posterior a la presentación, la presidenta de la sub comisión de Salud Mental del CRUCH y Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Temuco, Bertha Escobar, señaló que mucho de lo que se plantea en el estudio da cuenta de la precarización de la vida comunitaria. “Estamos en un minuto en que la convivencia de los estudiantes que están ingresando a la universidad es un tema. Por lo tanto, creo que un ingrediente importante tiene que ver con mirar lo relacional y lo social como una parte importante del problema”, relevó.

A esto, la Coordinadora del Departamento de Bienestar Estudiantil de la Universidad de La Serena, Patricia Astroza, añadió que “los modelos de intervención en salud mental debieran ser trabajados, desde la promoción de estilos de vida saludables y la prevención, con todos los actores que están involucrados dentro de las universidades”.

Necesitamos evaluar las acciones que estamos realizando en las instituciones, compartir esos resultados y las buenas prácticas que se realizan y, por supuesto, trabajar de manera intersectorial, estableciendo los límites que tienen las intervenciones dentro de las universidades y cómo realizar el trabajo con la red primaria de atención”, opinó la profesora Astroza, quien relevó el trabajo que la Comisión de Convivencia y Salud Mental del CRUCH está desarrollando.

Frente a este panorama, Vania Martínez enfatizó la importancia de pasar a la acción, conectando con la evidencia científica y apuntando a la intersectorialidad para tomar mejores decisiones en los sistemas de salud y en las universidades.

“Ya sabemos que el problema está, que existe y que tenemos que avanzar en actuar. Lo otro es conectar con la investigación y presionar al sistema de salud para que también asuman su rol y a lo que deben dar respuesta. También hay otros ministerios y sectores que podrían influir en esta labor, así apuntar a un trabajo intersectorial”, indicó Martínez.

Asimismo, la investigadora de Imhay y candidata a doctora en el Servicio de Salud e Investigación Poblacional del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, Scarlett Mc- Ginty, señaló que ahora lo importantes es cómo podemos tener modelos que puedan integrar a toda la comunidad universitaria y en específico a la academia en la prevención de la salud mental.

“Muchas veces escuchamos de los jóvenes que la universidad es un factor de riesgo y esto no es necesariamente verdad,  pues la universidad también puede ser un factor protector. Entonces hay un desafío acá de cómo se integra la salud dentro del currículum y dentro de toda la acción en el quehacer de las universidades en su conjunto”, indicó Mc- Ginty.

Sobre esto, Bertha Escobar, planteó que también es necesario “revisar hasta dónde debemos llegar como universidades. Cada vez que hay una patología declarada ya estamos llegando tarde y hay costos personales, sociales y académicos. Se necesita un trabajo con el sector público, cuyo presupuesto de salud mental dentro del presupuesto de salud sigue siendo muy precario”.

Sobre ELSAM

Cabe destacar que el estudio longitudinal se enmarca en un proyecto internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado World Mental Health International College Student Initiative  (WMH-ICS), liderado por la Universidad de Harvard y con presencia en 18 países, que busca generar datos epidemiológicos, evaluar intervenciones basadas en internet y diseminar las iniciativas que demuestren eficacia.

“Ser parte de esta iniciativa internacional hace que podamos comentar estos resultados con otros países y también conocer los datos de estos acerca de las intervenciones que están haciendo”, señaló Vania Martínez sobre la diferencia con otros tipos de estudio que no están estandarizados internacionalmente.

Fuente: Comunicaciones CRUCH

Ve el webinar a continuación:

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[PRENSA] Siete recomendaciones para comunicarse de forma efectiva con los hijos adolescentes

Es una de las edades más complejas debido a distintos procesos del desarrollo. Sin embargo, los especialistas dicen que mantener una buena conversación con los jóvenes es clave para su confianza y autoestima. Para conocer cuáles son las claves de una buena comunicación entre padres e hijos, fue entrevistado por El Mercurio el Dr. Jorge Gaete, investigador principal de Imhay.

Hablar con los hijos durante el período de la adolescencia podría parecer un desafío, pero es clave para su bienestar, y el de toda la familia, ya que de lo contrario se pueden generar roces familiares, dicen los expertos.

Jorge Gaete, psiquiatra, académico de la U. de los Andes e investigador del Núcleo Milenio Imhay, agrega que poder tener conversaciones de temas tanto cotidianos como relevantes con los hijos de esta edad “permite mantener el nivel de influencia de los padres durante la adolescencia y abordar nuevas dificultades en el desarrollo que aparecen en esta época, como la sintomatología emocional y conductas de riesgo”, entre otros.

1.- Tener tiempo
“Hay que tener tiempo o hacerse el tiempo para que los adolescentes puedan saber que sus padres van a estar disponibles para ellos cuando lo necesiten”, señala Gaete. Esto implica actividades como comer o salir a ver una película juntos.

Además, agrega que si bien puede haber dificultades propias de la época, un estudio reciente en el que participó reveló que los adolescentes “se quejan que a medida que ellos crecen los padres empiezan a tener menos disponibilidad para ellos, para conversar y entregarles ayuda”.

2.- Observar
Los progenitores también tienen que estar atentos a cambios en sus hijos. Deben ser capaces de “reconocer sus necesidades y las dificultades que tengan al observar cambios de humor o en su conducta. Por ejemplo, si se han ido retrayendo”, acota Gaete. “Si yo no los observo ni los conozco, no puedo estar sintonizado con las necesidades que tienen y estar atento para poder ofrecer ayuda también”, precisa.

3.- Confianza

Estas acciones previas permiten generar una base de confianza de forma implícita, pero también “hay que demostrar que uno confía en ellos explícitamente, depositándoles ciertas responsabilidades, por ejemplo, encargándoles alguna tarea cotidiana que puedan realizar, como arreglar la puerta de la cocina”, añade. “Eso también va construyendo confianza”, lo que facilita comunicarse con ellos, indica.

4.- Escucha activa
Si un padre inicia una conversación, “se debe partir preguntando en vez de afirmando; preguntar, por ejemplo, qué piensan ellos de determinada situación o cómo se sienten al respecto”, señala Duarte.

Al escuchar sus respuestas, se debe empatizar. “No juzgarlos; valorar y validar las emociones, y tratar de entender los problemas por los cuales están pasando. Hacerles ver que pueden entender lo difícil que puede ser y lo tristes que se pueden sentir”, puntualiza Gaete.

5.- Diálogo y no monólogo
Otra estrategia es asegurarse de que “la conversación sea un diálogo y no un monólogo, ni del adolescente hacia el adulto, ni del adulto hacia el adolescente”, enfatiza Gaete.

En esa vía, dice Duarte, “cuando hablamos, hay que ser directos y concisos, no repetir la idea una y mil veces”. También, indica Salas, se deben “reforzar los aspectos positivos antes de centrarnos en lo que se podría mejorar”.

6.- Soluciones en conjunto
Asimismo, “si hay que tomar decisiones respecto de algún tema importante, se debería construir un acuerdo que, dentro de lo posible, respete ambas posturas”, apunta Duarte.

Primero, “se debería dar la oportunidad al adolescente de generar sus propias soluciones, por ejemplo, al preguntarle, ¿cómo podría llegar más temprano?, de ahí se puede conversar para llegar a un desenlace en el que se puedan satisfacer tanto las necesidades de los jóvenes, por ejemplo, de pasarlo bien en la fiesta, y las preocupaciones de los padres, como el que llegue a la casa sin inconvenientes”, ejemplifica Gaete.

7.- Límites claros
No obstante, también hay que “ser claros cuando las situaciones sobrepasan los límites y actuar de acuerdo a lo establecido, por ejemplo, en los reglamentos de convivencia escolar”, agrega Salas.

Duarte concuerda: “Se deben poner reglas y límites claros. Si bien los adolescentes necesitan espacio para aprender y cometer sus propios errores, es importante que esto ocurra en un ambiente cuidado y que tengan cierta estructura clara sobre dónde y cómo pueden moverse”.

Lee la entrevista completa AQUÍ

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[PRENSA] Chile, el ejemplo regional que encara sin complejos su crisis de salud mental

Un presidente que habla abiertamente sobre su trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el mayor programa de prevención de suicidio de Latinoamérica o el protocolo inédito de un conocido mal: Chile toma la delantera regional y encara sin complejos y de manera transversal su crisis de salud mental.

Se estima que uno de cada cuatro chilenos sufre problemas de salud mental, entre ellos el mandatario Gabriel Boric, quien padece TOC desde la adolescencia y en 2018 sorprendió anunciando que se tenía que ingresar dos semanas para tratárselo.

El exlíder estudiantil ha hecho de la lucha contra el estigma una de sus banderas, aprobando leyes como la que garantiza la inclusión de personas con trastorno del espectro autista (TEA), y ha prometido «la mayor inversión en 30 años» en salud mental.

«Durante demasiado tiempo ha sido un tema tabú que ha contribuido a la discriminación y el aislamiento», dijo recientemente en un foro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Momento único de conciencia

Chile, según la OMS, es uno de los países de la región donde la prevalencia de enfermedades mentales es más alta, una situación que se ha acrecentado con la pandemia, especialmente entre los jóvenes. De acuerdo al Ministerio de Salud, solo una quinta parte tiene acceso a un tratamiento periódico.

Para Isabel Puga, presidenta del Colegio de Psicólogos, Chile tiene unas «peculiaridades» que lo distinguen de la región y aumentan el «riesgo» de la población a sufrir trastornos, como su idiosincrasia o su modelo socioeconómico.

«No somos tan buenos para las fiestas, somos más bien introvertidos (…) Nadie conversa con nadie en un ascensor o en el metro. Siempre estamos muy serios», afirmó a EFE.

A eso, apuntó, se suman las numerosas catástrofes ambientales vividas a lo largo de la historia y el modelo neoliberal instalado durante la dictadura (1973-1990), que fomentó la «individualidad» y la «sensación de soledad».

Pese a ello, para Vania Martínez, académica de la Universidad de Chile y directora de Núcleo Milenio Imhay, Chile «está en un momento único de toma de conciencia transversal», lo que explica el aluvión de iniciativas en pro de la salud mental.

«Ha habido un gran cambio y no es solo a raíz de la pandemia. Ya en el estallido social de 2019 se instaló la idea de cuidar la salud mental», indicó a EFE.

Un sondeo de octubre de Ipsos colocó a Chile entre los países más preocupados del mundo por este tema, solo después de Suecia.

«La gente está mucho más abierta e incluso se presume de ir al psicólogo y hacer terapia, algo impensable hace años», agregó Puga.

Presupuesto insuficiente

Si bien Boric «ha puesto aún más sobre el tapete el tema», desde el Colegio de Psicólogos recuerdan que Chile ya rompió barreras regionales en el 2000, cuando el Gobierno del socialdemócrata Ricardo Lagos implantó el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.

Puga, quien participó en su confección, relató que el plan tuvo influencias de Canadá y Reino Unido y que, en general, ha sido respetado por casi todos los Gobiernos posteriores: «El modelo actual es bastante bueno, solo tiene un pero: el presupuesto», advirtió.

De toda la partida de salud en Chile, el 2,4 % se destina actualmente a salud mental, una cifra inferior a la mediana mundial (2,8 %) y al gasto en los países de ingresos altos (5,1 %), según la OMS.

«Si nos comparamos con otros países de la región, efectivamente hemos hecho avances. Tenemos patologías garantizadas en el sistema público, psicólogos en atención primaria y en escuelas, pero es insuficiente», enumeró Martínez.

Ve la nota original publicada en el diario español La Vanguardia AQUÍ

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Inscríbete en el webinar: “¿Cómo está la salud mental en nuestras comunidades estudiantiles universitarias?”

Para reflexionar acerca de esta pregunta la Comisión de Convivencia Universitaria y Salud Mental del Consejo de Rectores, junto al Núcleo Milenio Imhay  invitan a un webinar donde se presentarán los resultados 2020 a 2022 del Estudio Longitudinal de Salud Mental Universitaria (ELSAM).

En la actividad, que se realizará en formato online el próximo miércoles 28 de junio desde las 15 horas, expondrá la directora de Imhay, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y encargada del estudio, Dra. Vania Martínez.

El webinar será  moderado por Patricia Astroza, Coordinadora del Departamento de Bienestar Estudiantil de la Universidad de La Serena y comentará Bertha Escobar, Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Temuco.

 

MIÉRCOLES
28 DE JUNIO

15.00 HRS.

ONLINE
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PARA ASISTIR AL SEMINARIO 

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[PRENSA] Dra. Graciela Rojas: “La depresión no siempre debiese ser atendida por psiquiatras”

En el diario La Segunda, la exdirectora del Hospital Clínico de la U. de Chile e investigadora senior del Núcleo Milenio Imhay, que acaba de lanzar un libro sobre la depresión, sostiene que “los médicos generales en los consultorios debieran estar capacitados para tratar farmacológicamente las depresiones leves”.

Fue el animador Jean Philippe Cretton quien entregó su testimonio en el lanzamiento y agradeció el libro de los especialistas de psiquiatría y psicología de la Universidad de Chile: «La depresión: ¿Enfermedad o sufrimiento vital?» (Editorial Universitaria, 2023).

“Queremos transmitir a la población distintos aspectos de esta enfermedad tan frecuente, pero también tan compleja y estigmatizada como es la depresión. Es un libro que pretende contribuir a que el camino para llegar al tratamiento efectivo sea expedito”, dijo entonces la editora Graciela Rojas, psiquiatra, académica del Hospital Clínico de la U. de Chile e investigadora senior del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay). 

“Una de las barreras que existen para que la gente consulte y se trate es la falta de reconocimiento por parte de la persona que sufre y de su entorno familiar, laboral y social, respecto a la sintomatología y a todo lo que significa tener una depresión”.

Según el reciente informe del Termómetro de Salud Mental en Chile ACHSUC, un 17,5% de las personas encuestadas exhibieron síntomas asociados a salud mental, un aumento de dos puntos comparado al año anterior, principalmente impulsada por un deterioro en mujeres.

¿La depresión es una enfermedad o un sufrimiento vital?
Todas las personas sufrimos eventos que pueden ser muy catastróficos, como puede llegar a ser la muerte de un hijo, por ejemplo. Es natural que la persona se sienta desanimada, angustiada, pero esos sentimientos debieran ser concordantes con la magnitud del evento y, transitorios, en la medida que pasa el tiempo. Son cifras arbitrarias, pero se espera que una persona se demore un año aproximadamente en elaborar un duelo. Cuando la persona cae enferma, por esa razón o, aparentemente sin razón, hablamos ya de una enfermedad que debe ser diagnosticada y tratada. Se requiere de la presencia de síntomas emocionales, cognitivos, físicos y esta discapacidad que es el no poder seguir con tus actividades habituales.

El libro habla de la depresión en los distintos ciclos de vida, comenzando por los niños. Hoy resulta fácil observar que los psiquiatras infantoadolescentes están totalmente sobrepasados. Al parecer, cada vez aparecen trastornos severos en niños más pequeños.
—Desde hace unos 30 años se reconoce que los niños también sufren de depresión. Antes de eso, se definía que la depresión debutaba en la adolescencia, por los cambios hormonales. En los niños se da, generalmente, en relación a una dinámica familiar patológica, en la cual puede haber maltrato, violencia, descuido, negligencia, etc. Los niños manifiestan las alertas a través del juego, se retraen, se aíslan; aparece el desánimo, irritabilidad y rabia. Ha habido muchas crisis entre adolescentes y preadolescentes después de la pandemia, con intentos de suicidio, y otras autoagresiones o con episodios depresivos que les impiden llevar una vida normal. Yo creo que la sociedad chilena no estaba preparada para una crisis de esta magnitud. Hemos visto también un nuevo fenómeno relacionado con la violencia entre pares a nivel escolar. Los niños no están viviendo un ambiente sano.

¿Qué es lo que se puede hacer de manera inmediata?
La capacidad formadora ha aumentado mucho los últimos años, pero necesitamos más psiquiatras y también una mejor distribución de esos recursos, porque si tú vives en Las Condes, Providencia, Vitacura, vas a tener relativamente fácil acceso a un psiquiatra. Otro problema es cuánto te cuesta. En otros lugares de Santiago, o en regiones, ese acceso no es tal. Hay que resaltar la importancia de la psicoterapia, sobre todo en las depresiones más leves que no necesariamente requieren fármacos. En el caso de los niños, generalmente implica una intervención sistémica a nivel de la familia. En general en Chile, en comparación con Argentina, hemos sido mucho más reacios a ese tipo de intervenciones. Eso ha ido cambiando en los últimos años, pero la población chilena tiende más a los fármacos que a la psicoterapia.

Lee la entrevista completa AQUÍ

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[PRENSA] ¿Tendrán los niños del futuro más amigos creados por la inteligencia artificial que humanos?

Los especialistas dicen que es probable, pero advierten que esto podría pasar sobre todo en la población infanto-juvenil que carece de apoyo y vínculos. Los riesgos son el aislamiento y el atrofiamiento de las habilidades sociales. Sobre este tema fue entrevistada la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

“Una cosa que alguien me dijo recientemente y que se me quedó grabada es que están bastante seguros de que sus hijos van a tener más amigos IA (inteligencia artificial) que amigos humanos”, dijo recientemente Sam Altman, cofundador y CEO de OpenAI, durante una entrevista. “Y no sé cuáles van a ser las consecuencias”.

Sus palabras no parecen estar lejos de la realidad. La app de mensajería estadounidense Snapchat ya tiene “My AI”, un chatbot impulsado por la tecnología GPT de OpenAI. Esta función fue lanzada en febrero para los suscriptores de pago de Snapchat+. Pero en abril, la empresa anunció que quedaría disponible a la audiencia global de Snapchat de forma gratuita.

“A la persona se le puede empezar a olvidar que esto es un chatbot y comenzar a tener la idea de que está hablando con su mejor amigo o que está hablando con una celebridad como Lionel Messi”, si, por ejemplo, se decide a caracterizarlo de esa forma, explica Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.

Según ella, “los niños —aunque no deberían tener acceso a este tipo de tecnología— y adolescentes, aún en etapa de desarrollo, y sobre todo aquellos que tienden a ser introvertidos o con menos habilidades sociales, podrían ser más vulnerables frente a ello”.

Esto, especialmente considerando que en Chile y en el mundo, adolescentes “se relacionan con personas en línea, que identifican como amigos pero que no conocen en la vida real y, en algunos casos, no les han visto la cara”, agrega. De ahí, Martínez opina, “el paso a que el amigo sea un chatbot, es poco”.

Además, “probablemente puede ser más amable para algunos relacionarse con chatbots, que ofrecen varias opciones y no te enjuician, que con una persona que te puede criticar o puede incluso no contestarte”, añade.

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[PRENSA] Análisis de la salud mental en Chile en el marco de la última cuenta pública presidencial

Invitada a Emol TV, la académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay, Dra. Vania Martínez, conversó respecto a los anuncios y reflexiones en el ámbito de la salud mental que hizo el Presidente Gabriel Boric en su última cuenta pública.

De acuerdo a la Dra. Martínez, cuando se habla de salud mental también se debe hablar de un bienestar integral. “Siempre en nuestra mente está la necesidad de la atención, de los tratamientos, más psicólogos, más psiquiatras, pero, en realidad, la salud mental es mucho más allá que eso. En la cuenta pública también hay anuncios que tienen que ver con seguridad, con deportes, con ciencia y todos esos elementos apuntan a un mejor bienestar y mejor salud mental de la población. Pero, sin duda, que el sector salud requiere mayor inversión”, indicó.

En nuestro país, se invierte en salud mental alrededor de un 2,4 por ciento de todo el presupuesto de salud y lo prometido por el gobierno es llegar a un 5-6 por ciento al final de su período. “Entonces, se requiere para el próximo año un decidido aumento para que así no vayamos quedando al debe”, indica la directora de Imhay.

Respecto al anuncio realizado por el Presidente en cuanto a construcción de nuevos Centro de Salud Mental  (Cosam), la especialista indicó que: “si bien es importante la construcción de estos centros de salud, también necesitamos reforzar la atención primaria y que haya, no sólo mayor acceso, sino que los tratamientos sean de calidad. Hemos visto cómo, muchas veces, la atención que se hace ahí es breve y muy esporádica”.

Y agregó que “no se puede hablar de psicoterapia si es que voy a un psicólogo una vez al mes. Eso en ninguna parte del mundo ha demostrado que tenga un impacto en una mejor salud mental. Por lo tanto, ahí es donde necesitamos poner hartos refuerzos para la atención. Y para qué hablar de prevención y promoción, donde actividades con la comunidad y con el intersector como educación son importantes. Allí tienen un gran rol las comunidades educativas para favorecer una promoción del bienestar y prevención de problemas de salud mental”.

Ve la entrevista en el siguiente link: