¿Cómo se relacionan la impulsividad, la falta de sueño, la depresión y el consumo de sustancias?

PorImhay

¿Cómo se relacionan la impulsividad, la falta de sueño, la depresión y el consumo de sustancias?

El Dr. Alvaro Vergés, investigador del Núcleo Milenio Imhay, especializado en el estudio de adicciones, lidera proyecto que busca analizar estos factores en adultos/as emergentes. Su motivación es generar evidencia que permita aportar en la formulación de estrategias preventivas y tratamientos para abordar cuadros complejos, donde los problemas por uso de sustancias se entrelazan con otros trastornos de salud mental.

Dr. Alvaro Vergés, investigador adjunto del Núcleo Milenio Imhay y académico de la Universidad de los Andes.

Desde que realizó su práctica clínica en la Unidad de Drogas del Instituto Psiquiátrico de Santiago y luego, cuando trabajó en el COSAM de la comuna de Huechuraba, las conductas adictivas se convirtieron en el foco de interés científico del psicólogo Alvaro Vergés.

“Encontraba que en las adicciones se desarrollaban muy potentemente todos los niveles de análisis posibles, y yo tenía intereses que iban desde la psicología y la sociología, hasta la neurociencia. Creo que, en este tipo de casos, son más visibles y evidentes los problemas con los que se deben lidiar, por ejemplo, con la familia, problemas económicos e, incluso, el mismo tema del narcotráfico, cuando se trata de sustancias ilegales”, explica el investigador adjunto del Núcleo Milenio Imhay, Doctor en Psicología Clínica de la Universidad de Missouri-Columbia, EEUU, y académico de la Universidad de los Andes.

En enero pasado, el equipo del Dr. Vergés se adjudicó el proyecto Fondecyt Regular “Impulsividad y calidad del sueño como predictores de síntomas de conductas adictivas y depresión en la adultez emergente”, el que busca comprender aquellos factores detrás del fenómeno. Según explica, en los últimos años, se ha puesto énfasis en estudiar el sueño como un factor común de vulnerabilidad en distintos trastornos mentales.

“La idea de este nuevo proyecto es trabajar con dos factores transdiagnósticos: la impulsividad y la calidad de sueño. Uno podría decir que ambos son afectados a su vez por la psicopatología, porque, por ejemplo, cuando una persona consume sustancias puede volverse más impulsiva y, al mismo tiempo, presentar depresión, trastorno que en sí ya altera el sueño. Ése es justamente el desafío en términos de investigación: poder identificar qué ocurre primero y qué ocurre después”.

Para este proyecto se evaluará a un grupo de participantes que forma parte del Estudio de Crecimiento y Obesidad del Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas Asociadas a la Nutrición (CIAPEC), perteneciente al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA). Este grupo, compuesto por más de mil participantes, comenzó a ser estudiado en el año 2006, a los 3 o 4 años de edad, y ahora que ya son jóvenes “los investigadores a cargo sintieron la necesidad de empezar a evaluar otros elementos más allá de la nutrición y de la obesidad, porque en la adolescencia suceden más cosas. Y es ahí donde entramos con mi equipo de investigación a analizar estos otros temas de consumo de sustancias e impulsividad”, dice el científico de Imhay.

El proyecto considera evaluar a los/as jóvenes en dos ventanas de tiempo: una evaluación anual -como se hace tradicionalmente en los estudios longitudinales- con instrumentos para determinar su estado de ánimo, cómo duermen y conocer si hay consumo de sustancias. La otra, será una evaluación anual intensiva, donde se medirán las mismas variables todos los días, por dos semanas.

La idea, indica el Dr. Vergés, es ver la relación temporal y llegar a entender qué se presenta primero y qué después, porque las mediciones a largo plazo pueden ser muy distintas de cómo se manifiestan en el día a día. “Por ejemplo, si alguien tuvo una mala noche de sueño, queremos saber qué implica eso en términos del estado de ánimo o de consumo de sustancias al día siguiente. Ese tipo de cosas queremos ver”, explica el investigador responsable del proyecto.

Predecir las consecuencias de la impulsividad

Este trabajo es una suerte de continuación del Fondecyt Regular “Impulsivity Facets and Substance Use Disorders”, que también fue dirigido por el Dr. Alvaro Vergés. Dicha investigación analizó dos muestras: un grupo de adolescentes de población general y otro grupo compuesto por personas en tratamiento por conductas adictivas.

La idea, según relata, fue analizar, a lo largo del proceso, la relación entre factores de personalidad -en especial la impulsividad, que es uno de los comportamientos más presente en las adicciones- con los trastornos por uso de sustancias. Esto es, desde el inicio del consumo y la aparición de algunos síntomas, hasta cuando el trastorno ya estaba instalado en las personas en tratamiento.

“El objetivo era ver cómo la impulsividad incidía en la persistencia de los síntomas y eventualmente en la recuperación. Y, a la vez, comparamos dos modelos de impulsividad que hay en la literatura. Uno, centrado en la impulsividad, en la motivación y en la falta de control inhibitorio. El otro, en tanto, en la urgencia, que es actuar impulsivamente frente a emociones intensas, positivas o negativas”, indica el académico.

Y explica que: “trabajamos con los/as adolescentes, particularmente con los que reportaban que nunca antes habían consumido, y vimos cuáles de ellos/as empezaban a consumir un año después. Y constatamos que, hasta cierto punto, había un modelo que tenía la capacidad de predecir el inicio del consumo”.

Ciencia y políticas públicas versus intereses

Las investigaciones realizadas por el Dr. Vergés no sólo apuntan a comprender mejor los trastornos adictivos y sus factores asociados, sino también proveer de evidencia científica a las instituciones encargadas de generar políticas públicas relacionadas a la prevención y el tratamiento. En ese sentido y, en base a su experiencia en el tema, el profesional opina que el SENDA (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) está realizando un buen trabajo en el ámbito del diseño de programas de intervención, ya que cuentan con equipos interesados en examinar los resultados generados por la ciencia. De esta forma, destaca los avances conseguidos respecto al control del consumo de tabaco y el nuevo reglamento de la Ley de Alcoholes, donde existe mayor regulación sobre el etiquetado y es más restrictivo en cuanto a la publicidad de bebidas alcohólicas.

Pero, a su parecer, aún se podría avanzar más. “Hay evidencia internacional que sugiere aumentar, por ejemplo, los impuestos cuando se trata de alcohol, de tal forma que sea más caro adquirirlo. En comparación con otros países, en Chile todavía sigue siendo muy barato comprarlo y eso evidentemente nos pone en una situación poblacional de mayor riesgo, porque es un elemento muy accesible”, plantea el investigador de Imhay.

“Yo creo que hay harto en lo que se puede mejorar, pero eso tiene que ver más con quienes están a cargo de legislar y que va más allá de lo que puede hacer la comunidad o las instituciones a cargo de la implementación de las políticas públicas. Lo que sucede es que aún persisten, por ejemplo, intereses de la industria con los que es difícil luchar”, concluye el Dr. Vergés.

 

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