Autocuidado en la juventud como método de prevención del deterioro cognitivo en la vejez

PorImhay

Autocuidado en la juventud como método de prevención del deterioro cognitivo en la vejez

La Dra. Maryam Farhang, psicóloga iraní e investigadora joven del Núcleo Milenio Imhay, estudia cómo mejorar la calidad de vida de personas mayores, pero su experiencia en metodologías cuantitativas y revisiones sistemáticas está enriqueciendo también proyectos relacionados con salud mental en adolescentes y jóvenes.

“Es fundamental enfocarnos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer desde edades tempranas, incluso en la juventud. Existe evidencia que sugiere que la depresión es uno de los factores de riesgo significativos para el deterioro cognitivo en la vejez», señala la investigadora joven de Imhay, Dra. Maryam Farhang.

Maryam Farhang, psicóloga de profesión, es una de las profesionales que está aportando con sus habilidades y competencias de investigación a los proyectos científicos que actualmente se desarrollan en el Núcleo Milenio Imhay. Titulada en la Universidad Islámica Azad de Naein, Irán, obtuvo un magíster en psicología en la Universidad de Pune, India, y luego, un doctorado en la Universidad de Kerala, también de ese país.

Su tesis de doctorado se centró en programas de prevención y promoción de salud mental en estudiantes de colegios. Además, durante su práctica clínica trabajó en centros de rehabilitación para niños/as con autismo. Sin embargo, le interesaba también el tema del envejecimiento y calidad de vida de las personas mayores. Por eso, cuando llegó a nuestro país en 2017, para desarrollar estudios postdoctorales, se enfocó en esta área porque, según cuenta: “entendí que es muy importante debido a que en Chile el envejecimiento de la población está aumentando y es necesario hacer investigación en ese contexto”.

Ya instalada en nuestro país, la Dra. Farhang colaboró con un equipo de la Universidad de Concepción que estaba diseñando una intervención psicosocial para prevenir depresión en adultos mayores; inició un proyecto postdoctoral en la Universidad Católica de Chile sobre el impacto de la intervenciones de mente y cuerpo como el tai chi, yoga, mindfulness y meditación en personas con deterioro cognitivo leve; y en 2019 se adjudicó un proyecto de Fondecyt de ANID titulado “El impacto de una intervención de yoga basada en el mindfulness versus una sesión psicoeducativa para personas con deterioro cognitivo leve”, el cual comenzó a desarrollarlo en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, bajo la supervisión de la Dra. Graciela Rojas, investigadora senior de Imhay.

Prevención desde la juventud

Gracias a su vinculación con la Universidad de Chile y con las doctoras Graciela Rojas y Vania Martínez, la psicóloga iraní se incorporó y empezó a participar en proyectos de Imhay en el rol de investigadora joven. Por ejemplo, ha colaborado con el Dr. Álvaro Langer, director alterno de nuestro Núcleo, en sus intervenciones con ‘baños de bosque’ para reducir ansiedad en estudiantes universitarios/as de Valdivia, y en un artículo de investigación respecto de los beneficios de la práctica de mindfulness para quienes están en etapas tempranas de esquizofrenia.

“En la evidencia científica que yo revisé, practicar mindfulness tenía impacto en la reducción de síntomas de ansiedad y de depresión en adolescentes y adultos, y también un impacto positivo en el funcionamiento social. Entonces, ésta es una manera de mejorar la salud mental en general para las personas”, explica la investigadora.

Son justamente estas habilidades -las revisiones sistemáticas, los metaanálisis y las metodologías cuantitativas- las que caracterizan el trabajo científico de la Dra. Farhang. Eso, y su experiencia en intervenciones para prevención del deterioro en adultos/as mayores, que -según dice- deberían comenzar incluso desde la juventud.

“Es fundamental enfocarnos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer desde edades tempranas, incluso en la juventud. Existe evidencia que sugiere que la depresión es uno de los factores de riesgo significativos para el deterioro cognitivo en la vejez. Por lo tanto, iniciar intervenciones preventivas desde la juventud es crucial. Esto permite que los jóvenes aprendan estrategias de autocuidado para preservar su salud mental y desarrollen habilidades que promuevan una mejor calidad de vida a lo largo del tiempo”.

De hecho, en la Universidad de Las Américas, donde es profesora asociada y académica investigadora, está trabajando en un proyecto de vinculación con el medio para desarrollar estrategias de fortalecimiento del autocuidado en estudiantes de las carreras de enfermería y educación parvularia.

Tecnología para estimular y apoyar

Actualmente y en su trabajo con personas mayores, la Dra. Maryam Farhang está desarrollando dos proyectos de investigación. El primero de ellos busca estimular y detener la progresión rápida del deterioro cognitivo leve hacia un Alzheimer, con tratamientos no farmacológicos.

“Estamos en el proceso de reclutamiento y vamos a implementar una intervención durante el mes de junio, donde a personas con discapacidad cognitiva leve se les va a aplicar estimulación magnética transcraneal, y luego se les expondrá a escenarios virtuales donde puedan realizar algunas tareas, como actividades cognitivas y diferentes movimientos”, explica la Dra. Farhang. “La evidencia muestra que la integración de estas tecnologías actualiza los métodos estándar para la rehabilitación del deterioro cognitivo leve para crear un enfoque novedoso que puede mejorar los mecanismos terapéuticos de manera complementaria y promover mejoras cognitivas”.

El segundo estudio, en tanto, desarrollado gracias al financiamiento de un proyecto Fondef-Idea de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de la UDLA, busca diseñar un sistema tecnológico para mejorar la autonomía de personas con demencia en actividades básicas de la vida diaria y así, poder disminuir la sobrecarga de sus cuidadores. La herramienta se llama Lectogram y permitirá reconocer imágenes de algunas tareas o acciones y dar instrucciones de audio para ejecutarlas.

“Las personas que normalmente tienen demencia, entran en la cocina y olvidan lo que tienen que hacer, por ejemplo. Pero este sistema, que es como un asistente virtual, puede recordarles y decirles si quieren tomar un té o un café, e indicarles los pasos para prepararlo; o cómo tomar sus medicamentos; o en el baño, cómo preparar la ducha o utilizar el cepillo de dientes. Son actividades básicas de la casa que normalmente los cuidadores principales se encargan de resolver”, comenta.

El objetivo final, según relata la investigadora, es que los/as cuidadores/as alivien su carga de trabajo, y que las personas con demencia puedan ejecutar tareas domésticas de manera independiente.

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