Padres y establecimientos deben fomentar la alfabetización digital de los adolescentes para prevenir

PorImhay

Padres y establecimientos deben fomentar la alfabetización digital de los adolescentes para prevenir

Expertos, entre ellos, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez,  plantean que tener espacios para compartir con ellos, enseñándoles la empatía, pero también discutiendo los desafíos de las nuevas tecnologías emergentes y sus riesgos, son acciones clave.

Al trabajar en una buena ciudadanía digital, afirma la psiquiatra Vania Martínez, no solo hay que ver a posibles víctimas y victimarios: “También hay que trabajar sobre personas que actúan como espectadores pasivos, que pueden alertar e ir bloqueando ciertas situación».

El caso de las deepfakes -imágenes generadas con inteligencia artificial (IA) que imitan la apariencia de una persona- creadas por alumnos de un colegio de Santiago reaviva el debate sobre la relación de los adolescentes con la tecnología.

Para Daniel Halpern, académico y director de Tren Digital de la U. Católica, esto entra en la categoría del ciberbullying, “que se manifiesta en el mundo digital por varias razones: es fácil hacerlo, te da una sensación de anonimidad -los adolescentes suben el contenido y es difícil saber quién fue- y no hay reglas casi, no hay una normativa que muchas veces castigue estas acciones”.

“Hoy día, para el adolescente, su vida digital, la reputación digital, muchas veces es más importante que la presencial, que lo offline. Entonces, se sabe que es donde más daño les hace. Estas razones explican por qué se masifica tanto el fenómeno del ciberbullying”, agrega.

Estas acciones no son inocuas. Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), nombra el riesgo suicida, patologías depresivas y trastornos de ansiedad como algunas consecuencias en la salud que pueden desarrollar las víctimas.

“Probablemente no afecte por igual a todas las personas. Pero como no sabemos a quién le va a afectar más o menos, es importante que se haga prevención. Y cuando hay víctimas, ofrecer ayuda y apoyo. También a los victimarios, porque (si son adolescentes) son personas en eta- pa de desarrollo que también requieren ayuda”, dice. Esto, señala, no quita que deberían ser responsables de sus actos.

Según Halpern, un problema es que si bien “los adolescentes son nativos digitales, ya que nacieron con la tecnología (…) esto solo es cultura digital, que es distinto a educación o alfabetización digital”.

Y explica: “Alfabetización digital es en- tender las consecuencias de mis acciones, cómo voy a impactar, cómo desarrollo empatía a través de pantalla (…). Tienen cultura digital, pero no necesariamente es lo mismo que tener alfabetización o educación digital”.

Es ahí donde entra el rol de los apoderados y colegios, quienes deben ayudar a los adolescentes a navegar en el mundo de la tecnología, aunque los entrevista- dos recalcan que debe ser un esfuerzo en conjunto. “Los adultos muchas veces vamos más atrasados en esto… Muchas veces les pedimos ayuda a los hijos (para temas tecnológicos)”, plantea Martínez. Por eso, dice, la labor de formar sobre un uso adecuado de las redes sociales no puede quedar solo en los apoderados.

“Hay que tener un acompañamiento, no solo de las familias, también de los colegios, y tener claridad respecto de ciertos valores y límites que se pueden transmitir desde la familia”, agrega. Según señala, los adolescentes viven una etapa que se llama “autonomía progresiva”, por lo que es clave apoyarlos en ese desafío.

Lee el artículo de El Mercurio, a continuación:

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