La frustración de la Generación Like

PorImhay

La frustración de la Generación Like

En un mundo cada vez más conectado, los “me gusta” se transforman en la divisa de cambio y en un símbolo de validación. en su nuevo libro, “Perfect: Feeling Judged on Social Media”, la investigadora inglesa Rosalind Gill explora los altibajos emocionales que produce el navegar entre amistades virtuales y las presiones del mundo real.

Entrevistado por Revista Ya, el psiquiatra e investigador principal del Núcleo Milenio Imhay, Dr. Jorge Gaete, plantea que la tecnología que utilizan los jóvenes está diseñada para que uno esté pendiente de la respuesta a una publicación. Y es que cuando es positiva, nuestro sistema de recompensa se activa con un impulso de energía, que se busca volver a sentir con cada publicación que se realiza.

“Una tecnología que se pensaba que acercaría a las personas, en realidad ha tenido un efecto contrario”, comenta en la publicación el Dr. Jorge Gaete, psiquiatra, académico de la UAndes e investigador principal del Núcleo Milenio Imhay.

Cada vez que se publica una foto en redes sociales hay dudas, es lo que reafirma la socióloga y profesora de Análisis Social y Cultural de City University de Londres, Rosalind Gil, en “Perfect: Feeling Judged on Social Media”, una investigación sobre las experiencias de jóvenes en estas aplicaciones. “Hay una presión para mostrar una vida perfecta: ser positiva, feliz, popular, estar en lugares geniales, sin importar cómo te sientas”, dice la autora del texto que aborda la ambigüedad que supone una tecnología diseñada para acercar a las personas, pero que cada vez plantea más preguntas sobre el cómo ser en el mundo, cómo relacionarse con otros y presentarse a sí mismos.

“Si publicas cómo te sientes en realidad, te arriesgas a que te acusen de que buscas atención, y si crees que no puedes ser tú misma aumenta el sentido de aislamiento, soledad y fracaso”, responde Rosalind Gill desde Inglaterra y agrega que en los últimos años, una de las grandes diferencias que se han dado gracias a las redes sociales es que existen redes de amistades mucho más extensas que antes, propiciadas por estos espacios digitales, pues permiten mantenerse en contacto con las personas que conocen en distintas etapas de su vida por largos periodos.

Según Statista, una plataforma online alemana especializada en recopilación y visualización de datos, las mujeres son las principales usuarias y generadoras de contenidos en redes sociales. En Chile, la realidad no es distinta. Los datos de este portal dicen que cerca de un 84,4% de la población interactúa en redes sociales, transformándolo en el segundo de Latinoamérica con mayor penetración de redes sociales en el día a día. Un dato importante es que un 52% está conformado por mujeres que buscan a través de ellas mantenerse en contacto con amigos y familiares.

El psiquiatra, académico de la Universidad de los Andes e investigador del Núcleo Milenio Imhay, Jorge Gaete, comenta que investigaciones, tanto de internet como de redes sociales, muestran que las interacciones presenciales han disminuido. “Una tecnología que se pensaba que acercaría a las personas, en realidad ha tenido un efecto contrario” y asegura que esto tiene otro efecto: “Una de las principales dificultades que vemos hoy en la población, especialmente las poblaciones jóvenes, adolescentes y adultos jóvenes, es una sensación de aumento de soledad”.

Según los datos registrados por la agencia estadounidense We Are Social en el informe “Digital 2023: Chile”, las redes sociales más utilizadas en el país son WhatsApp, Instagram y Facebook. Y dentro de ellas, Instagram es la red social que cuenta con el mayor tiempo de uso de una persona con más de cuatro horas diarias, esto conforme a lo señalado por la agencia chilena Jelly en una radiografía realizada a Instagram y TikTok publicada enero de 2023, debido a la diversidad de contenido y sus formatos más breves.

Jorge Gaete aclara: “Pareciera ser que el efecto es como una especie de U, es decir, los que tienen mejor salud mental, son aquellos que de alguna forma pueden involucrarse con el uso de redes sociales, pero que no están permanentemente en eso. Pero, por otro lado, tampoco pareciera ser tan buena cuando no hay interacción a través de este tipo de tecnologías”.

La forma de interactuar en las principales redes sociales puede medirse con indicadores como visualizaciones, “me gusta”, comentarios, compartidos, seguidores, menciones.

Para Jorge Gaete son números con los que algunos están atentos. Es una forma de pensar que, según el investigador Jorge Gaete, se debe al diseño de las redes sociales y la preocupación inherente a la naturaleza humana sobre cómo el resto nos percibe. “El diseño está haciendo uso de un elemento natural que tenemos nosotros, un circuito neuronal, pero aquí se está reforzando dos, tres veces”, remarca el investigador del Imhay y plantea que la tecnología que utilizan los jóvenes está diseñada para que uno esté pendiente de la respuesta a una publicación. Y es que cuando es positiva, nuestro sistema de recompensa se activa con un impulso de energía, que se busca volver a sentir con cada publicación que se realiza.

Para entender lo que ocurre con las redes sociales, el investigador Gaete cree que es necesario volver a la adolescencia y a uno de sus hitos a nivel psicológico: la diversificación del yo. Gaete lo explica: “Yo no cambio de personalidad, no soy otro con otra persona, sino que se empieza a producir una integración [de las distintas características], yo diría que desde los 16 hasta los 23 años, inclusive un poco más”. Para el especialista este proceso permite relacionarse con otros de una forma sana y balanceada, “pues se han integrado las fortalezas y debilidades de uno”.

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